¿Sabías que los profesores son mejor evaluados que las profesoras por todo el alumnado, pero especialmente por parte del alumnado masculino? ¿Te has dado cuenta de que frecuentemente las intervenciones en clase suelen ser distintas en tono y contenido según si las hacen chicas o chicos? ¿Y que los trabajos en grupo están normalmente condicionados por la composición de género en los grupos? ¿Cuánta bibliografía escrita por mujeres recomiendas? ¿Se te ha ocurrido pensar que estamos reproduciendo sesgos y estereotipos de género en el aula y en la transmisión de conocimiento sin darnos cuenta? ¿Te has preguntado alguna vez cómo incorporar la perspectiva de género a la investigación y a los contenidos que impartes? ¿Cómo podemos incorporar estas realidades en nuestro quehacer cotidiano como profesores/as e investigadores/as?

Si eres una persona que alguna vez te has planteado este tipo de preguntas, o simplemente estás dispuesto/a a hacértelas, este curso te interesa. Integrar la perspectiva de género en la docencia universitaria es, además de una exigencia legal, una necesidad que precisa una especial atención teniendo en cuenta la complejidad y dificultad del problema. Sabemos –y así, lo demuestran las investigaciones realizadas al respecto- que en el aula, aun inconscientemente, se reproducen y mantienen los estereotipos y sesgos de género. Y también sabemos que las investigaciones con perspectiva de género tienen mayor calidad al eliminar los sesgos androcéntricos en su diseño, contenido y resultados.

Para comprender todas estas cuestiones y hacer una propuesta consciente de cambio para eliminar los sesgos de género en la docencia e investigación, proponemos un análisis crítico, conjunto y reflexivo sobre nuestras experiencias, además del entrenamiento en herramientas que nos van a permitir el cambio estructural, ya que una enseñanza de calidad exige cambios para transformar esta realidad que mantiene y reproduce las desigualdades.

Con este curso se pretende dotar al profesorado de las herramientas necesarias para enfocar su actividad docente con perspectiva de género, tanto por lo que respeta a los contenidos que transmiten como a las estrategias educativas y formativas, al conocimiento que producen y la metodología que usan. El curso ha de servir para favorecer la reflexión y el conocimiento entorno a las diferencias y desigualdades entre mujeres y hombres, poniendo el acento en el carácter de construcción social del género, y en el impacto que éste tiene en el mundo académico.